******************************************************************************************************* ******************************************************************************************************* *******************************************************************************************************

30 mayo 2007

RELATOS DE TERROR ,MIEDO ,VAMPIROS,SUEÑOS ,ETC....

MUCHOS DE LOS RELATOS AQUÍ PUBLICADOS SON EXTRAÍDOS DE OTRA PAGINAS SI ALGUIEN ESTA INTERESADO DE DONDE SE EXTRAEN QUE DEJE SU COMENTARIO Y SE LE FACILITARA LA DIRECCIÓN

RELATOS
PARA COLABORAR EN LOS SITIOS DE SIEMPRE GRACIAS




********************************************************************************
PARA VOLVER AL INICIO PINCHA EN LA IMAGEN

INICIO
***********************************************************************************

Ratas por Andrés Pons



RATASEl vagabundo tiritaba en la estrecha calle, con mas de ochenta años; el hombre sabía que la muerte lo vislumbraba en esa fría tarde.Una barba espesa tapaba una cara horriblemente desfigurada, algunoshuesos salían visiblemente entre agujeros como cuevas de su rostro.Sus piernas, cortadas por la mitad (o bien amputadas a la altura de las rodillas). ese día la muerte lo recibiría para darle descanso en su desgracia.Un joven de mediana estatura pasaba por su lado y le echó unas monedasmientras lo miraba con gran curiosidad, una mezcla de asco y lastima.Hola chico, balbuceó el anciano desfigurado, un día también fuiatractivo. Me parecía a ti, con un pelo rizado y dorado, grandes ojosazules, yo medía más de uno noventa, y mi musculatura era la envidia de quienes me conocían. ¿Quieres saber porque tengo ese cuerpo dijo. desfigurado? Y añadió tras una pausa. Escucha mi historia pues no durare mas de una noche.El adolescente se sentó a su lado, dispuesto a escuchar con una mezclade morbo, pero también de tristeza.Me llamo Juan se presentó el chico.Yo soy Tomás, escucha y no interrumpas pues apenas tengo tiempo.Al anciano se le ilumina su único ojo, cuando empieza a relatar loshechos.“Tenia unos dieciséis años cuando ocurrió mi fatídica noche. Como yasabes, era un portento de la naturaleza, practicaba el boxeo, y nadie me aguantaba más de un asalto.Prácticamente todos los adolescentes de mi edad querían parecerse a mi.El rey del instituto, el jefe de todas las bandas, un deportista yalumno brillante que se tiraba cada día a las chicas mas guapas. Esa tarde me propuse un nuevo reto, en el alcantarillado que empezabajusto al salir de la escuela se encontraba sin movimiento durante mucho tiempo.Se decía que lo habitaba un ejercito de ratas rabiosas, por eso estaba en cuarentena y se preveía que un equipo lo desinfectara.Pues, cómo no, me aposté con dos tipos que pasaría la noche en ese lugary que saldría por la mañana totalmente sano.Me miraron alucinando y aceptaron mi apuesta, una buena suma de dinero. Como prueba me exigieron que debía llevarles al día siguiente el cadáver de tres enormes ratas.Dicho y hecho, como el fantasma sin cerebro que me daba la adolescencia, no dejaba de realizar locuras como pasar noches en cementerios, escalar altas montañas, hacer surfing con olas imposiblesetc.Todo servía para satisfacer mi ego y aumentar mi leyenda delante de las féminas:“El típico macho ibérico que nada lo asustaba”.Ese día llegué a mi casa me puse ropa deportiva y contándoles, a mis padres que estaba en casa de tal amigo, acudí a la alcantarilla.Prácticamente me encontraba caminando entre los angostos pasillosmientras que, en el medio, se encontraba un río de aguas sucias. El olor simplemente se presentaba de manera insoportable.Todo tipo de ruidos escalofriantes me hicieron pensar por primera vez si no seria mejor abandonar la estúpida aventura.“Tonterías” me conteste, después de la proeza serás una leyenda.Me acosté en el lugar mas seco, con la linterna encendida. Me dije: “en cuanto pasen tres ratas me las cargo y fuera, ellos no sabrán si pasé La noche entera o no.”Aunque en ocasiones nuestros planes se rompen por cualquier tontería: en ese momento me dormí profundamente, sin duda el cansancio queacumulaba tras caminar casi arrastrándome por esos oscuros túnelespudo con mi resistencia.Un grito infrahumano me despertó, con un sudor frío por todo el cuerpo. No sabia cuanto tiempo llevaba allí pero, sin duda, demasiado.Alumbré al frente y comprobé, con horror, que mientras dormía se juntóun ejército de ratas enormes justo enfrente mío.Peludas y realmente negras, gruñían de forma infernal mientras enseñaban sus dientes verdosos.Apenas me moví cuando supe que estaba acabado, uno puede oler su muerte esas fieras empezaron a correr gritando entre dientes y quedésepultado entre un montón de malolientes animales.Ni te imaginas el horror que alguien puede sentir cuando notas comoestas bestias terminan abriéndose paso entre tus ropas.Recuerdo, como si fuera en ese momento, que sentía el propio rostromasacrado, esos dientes se clavaban en mi cuerpo y sentía la pieldesgarrarse mientras grandes chorros de sangre inundaban el lugar.En ese momento una furia descontrolada se posó sobre mi, una fuerza deultratumba me sacó un grito, que en un momento paró a los animales.Descubrí con horror que me encontraba sin piernas, un montón de esasmalditas bestias estaban devorando mis muslos arrancados, mientrassonaba el crujir de los huesos.No lo pensé, con esa furia que invadía, Apoye mi cuerpo sobre missangrantes muñones y me lancé sobre ellas.Atrapando entre mis destrozadas manos a los repugnantes animales,lanzándolos con fuerza sobre la pared, se reventaban y tripas verdosassalpicaban ese rostro mutilado.Se abalanzaron de nuevo hacía mí, algunas se colaron entre toda la boca, o lo que quedaba de ella.En esos momentos donde yo era una bestia más, porque el hombre cuando lo pierde todo y lucha con la rabia, cuando el cerebro ya ha sido dañado, entonces sale nuestra verdadera naturaleza.Apreté los dientes y mastiqué a las ratas, mientras escupía sus verdosas entrañas al suelo, alguna incluso me la tragué como si de un bocadillo se tratara.Cogí un fuerte palo y prácticamente aplaste todos lo que se movía a milado, las pocas que quedaban vivas huyeron despavoridas.Caí al suelo y me quedé allí esperando la muerte pero no, tuvieron que bajar al poco tiempo a buscarme.Al parecer, con uno de los que aposté, se sintió culpable y avisó a las autoridades de lo que pasó.Lo demás fue increíble: salí en todos los periódicos como el joven quefue devorado por las ratas.Pero también ellos se preguntaban cómo pude prácticamente acabar yo solo con todo un ejército.Fotos horribles adornaban todos los noticiarios donde se presenciaba un tullido, un hombre joven troceado tirado entre un millar de animales destripados con litros de sangre mezclada.Sabes lo que paso entonces? Pues que me operaron y sacaron ratasmuertas de mi estomago, mi rostro lo compusieron como pudieron, perocomo ves se me clarean los huesos de la mandíbula. Sólo me quedó, como puedes comprobar, media nariz………… además de terminar tullido toda la vida.Cuando estornudaba, descontrolados mocos y sangre salían de misagujeros.Todos aquellos que decían ser mis amigos no volvieron a mirarme……… mis padres sí, pero como si fuera un monstruo.Todo el cariño que tenía anteriormente a la tragedia, se desmoronó.Incluso muchos se alegraban de mi desdicha, susurraban “se lo tienemerecido por listo”.Entonces me di cuenta de que, nosotros, los humanos, somos los peoresanimales que nuestro señor pudo crear.Me escapé de casa con mi silla de ruedas y muletas, y empecé a mendigar, no quería seguir viviendo en el infierno de malévolas miradas.Seguramente podrían encontrarme, pero también se que seguro que mispadres se alegrarían de librarse del monstruo, por eso puedo asegurar que nadie de ese barrio se interesó lo mas mínimo por mi destino.Gracias a la lastima que provoco me he ganado la vida, viviendo bajopuentes, con bocadillos y monedas que me tiran.Te puedo asegurar que he querido vivir hasta el final porque aquel díaluché para vivir y nada me podía impedir llegar a la vejez.Y ahora, chico, llega mi hora. Apenas el anciano terminó de decir esas palabras cuando un fuerte temblar lo dejó en silencio.Juan se levantó, temblando, vio una pequeña rata que lo miraba atentamente y gritó:Ya le robasteis la vida, dejadlo en su muerte – lanzándole sin pensar un puntapié.Después siguió su camino, mientras llamaba por el móvil a lasautoridades, para que se encargaran de un pobre mendigo que un día fueamado por la misma sociedad que después lo despreció.Las ratas no lo mataron, el mundo acabo con su vida.
FIN.AP.
Andrés Pons

Navidad de 1995 por Guille


Esta historia me sucedio a mi mismo a finales de 1995 o principios de 1996; la verdad es que no me acuerdo del dia exacto. Y es que despues de todo este tiempo procuro no darle muchas vueltas.En la Navidad de 1995 mi abuela se encontraba proxima a la muerte. Efectivamente a las dos de la madrugada del 24 de diciembre murio. Yo tenia 12 anos, era la primera vez que me enfrentaba a la muerte, y es curioso como hasta los mas minimos detalles se pueden quedar grabados.A las 5 de la tarde del dia 25, el dia Navidad, la enterramos. Era un dia frio y habia llovido bastante, hasta el punto que delante del panteon se habia formado un lodazal en el que el enterrador se desenvolvia como podia. Mi abuela fue una mujer bastante especial. En su larga vida no hubo nadie que la hiciese sombra.Hija unica, se crio con un padre enfermo, enviudo relativamente joven y vio morir dos hijos. Pero esas desgracias no la suavizaron para nada el caracter. Fue fria y calculadora, de esas personas que con una sola mirada te dejan en el sitio. Realmente no fue una persona querida y creo que nunca he oido una buena palabra de ella. De hecho se podria decir que fue inoportuna hasta en la hora de la muerte; era Navidad.En aquel entonces yo tenia la costumbre de jugar detras de su casa y para ello tenia que pasar junto a las ventanas de la planta baja. Alli esta el comedor, donde murio. Habiamos trasladado su habitacion a esta estancia porque la costaba bastante subir al piso de arriba, donde estan las habitaciones. Alli se la velo durante las horas siguientes,en una interminable noche, hasta que amanecio para poder trasladarla al tanatorio, y alli la despedi con un beso en su fria frente.Pocos dias despues del funeral yo pase junto a la ventana del comedor, como habia hecho otras tantas veces, y entonces fue cuando la vi. Estaba sentada en una mecedora, con la misma ropa que la pusimos para enterrarla. Fue muy poco tiempo, pero bastante para asustarme. De todas formas razone y dije que no podia ser, asi que decidi no contar nada. Al cabo de unos dias decidi pasar de nuevo, a jugar detras de su casa, y nada, no la vi, asi que me acostumbre a pensar que fue una mala pasada de la imaginacion.Lo habia ya casi olvidado cuando la vi de nuevo, exactamente igual que la primera vez, en la mecedora y con la ropa con que la enterramos. No tengo ninguna duda de que era ella. Llevaba en la cabeza el panuelo negro que hizo falta para ocultar la venda que la pusimos para cerrarla la boca, asi que no me cabe duda de que era ella, quien podia ser si no?? Me asuste y se lo conte a mi madre, que evidentemente me dijo que no podia ser y que dejase de pensar en tonterias, y que como explicaba haberla visto en una mecedora si en aquella casa no hay ninguna.Hoy, casi 17 anos despues, sigo convencido de que la vi, alli sentada, mirandome, tan real que si no fuera porque en medio estaba la ventana creo que la hubiera podido tocar. Nunca mas la volvi a ver. He entrado muchas veces en esa casa, y en el comedor, donde aun hoy esta todo practicamente como cuando ella murio. Incluso persiste, y en eso coincidimos todos, el olor de aquellos ultimos dias de su vida, una mezcla de su colonia, medicinas y ancianidad.Es quizas una tonteria, pero en esa casa en la que el tiempo se paro, aun, de alguna manera se la siente.Siento que esto sea tan largo, pero de verdad que he intentado ser breve, pues me acuerdo perfectamente de todos los detalles, que aqui no he contado. Mi abuela fue una persona dificil, altiva, con muchisimo genio, y mala idea. Nadie habla bien de ella, y despues de pensar mucho en ello pienso que quizas no se fue del todo, no puede descansar, quizas sea el arrepentimiento por todo lo que hizo y dijo, no se...
Guille

13 mayo 2007

La llorona por Luis SánchezLosada



La leyenda de la llorona es 100% y orgullosamente mexicana, que ha prevalecido de generación en generación desde la época de la colonia hasta nuestros días, el origen de los hechos de esta leyenda es desconocido y con el pasar del tiempo se van cambiando las versiones, pero todas coinciden en lo mismo; “una mujer de vestido blanco que vaga por las orillas de los ríos y los cementerios, llorando su condena por haber cometido el peor de los pecados”.al no tener nada mas que argumentarles, los dejo con la siguiente historia que espero les guste.la lloronaa principios del siglo xvii existió en la ciudad de durango una hermosa mujer de nombre doña susana de leyva y borja, cuya extraordinaria belleza tenía deslumbrados a todos los jóvenes de la ciudad que la cortejaban incesantemente y deseaban correspondencia a su amor.la dama que pisaba los veinte abriles, era consciente de su singular hermosura y con desdén poco usado descorazonaba a sus admiradores.por esos años llegó a estos lugares, proveniente de la capital de la nueva españa, don gilberto hernández y rubio de martínez y nevárez, joven apuesto y elegante, de rancio abolengo y noble linaje, caballero de la orden de santiago y oidor del santo oficio, quien cabalgando un corcel negro de pura sangre, se encontró con doña susana precisamente en la plaza mayor frente a la catedral, lo que ahora es la plaza de armas. al contemplar el caballero la belleza única de doña susana, bajó de su caballo y extendió su capa sobre el piso para que pisara sobre ella la mujer del relato.el hecho y los decires del noble origen de don gilberto, impresionaron a la dama que correspondió con femenil sonrisa a la gallarda acción del joven pretendiente.el noviazgo se formalizó, pero al advertirlo don pedro de leyva y quirino, padre de la muchacha, la reprendió severamente prohibiéndole de manera terminante toda pretensión de matrimonio con un hombre español de sangre pura. aunque la joven exigió las razones de tal prohibición, don pedro se concretó a contestar:no tengo por qué darte explicaciones ni se las daré a nadie, simplemente es una orden que debes cumplir.doña susana se encontraba perdidamente enamorada de don gilberto, razón por la que optó por huir en brazos de su amado una noche oscura y lluviosa.en las afueras de la ciudad el enamorado improvisó una casa de campo, situada más o menos en lo que ahora es el crucero de las calles negrete y regato, donde estableció su nido de amor con la encantadora dama.el tiempo pasó y pronto la pareja en amasiato procreó tres hijos que eran el encanto de la madre, quien frecuentemente le pedía al varón legalizar la unión marital para poder dar nombre sin afrenta a sus tres vástagos. don gilberto como única respuesta, solamente le daba un beso ala amada y le ponía en sus manos algunas monedas de oro.un domingo, cuando la mujer asistía a misa al templo mayor de la ciudad, después del evangelio escuchó correr las amonestaciones, en las que el cura con voz serena anunció:la noble señorita doña marcela jiménez de alanís y ballesteros se propone contraer matrimonio con don gilberto hernández y rubio de martínez y nevárez, caballero de la orden de santiago y oidor del santo oficio... etc.doña susana no creía lo que escuchaba, al mismo tiempo que todas las miradas de la concurrencia se concentraron en su persona y los cuchicheos en coro la señalaban burlonamente.al salir del templo, tomó un coche y ordenó al cochero conducirla a casa de don gilberto, situada en ese tiempo más o menos en lo que ahora es la calle de hidalgo entre pino y cinco de febrero.no le reclamó la traición, solamente le pidió que no la abandonara a ella por sus hijos, que siguiera sosteniendo a quienes eran de su sangre.el hombre iracundo le dijo:no vuelvas a cruzarte en mi camino, eres indigna de mi linaje… tú eres una mestiza… hija de una india indeseable. tu padre hizo mal en darte el nombre que no mereces.le dio un golpe con la pesada bota, cuando la mujer postrada de rodillas lo abrazaba de las piernas implorándole su protección.la mujer rodó por el suelo, humillada y herida en lo más profundo de la dignidad humana.dos domingos después, cuando los esponsales se realizaban con toda elegancia y solemnidad, en el preciso momento en que el sacerdote pedía a los contrayentes que manifestaran su voluntad para la unión, una dama elegante se acercó discretamente a la pareja y simulando que pretendía colocar el lazo, sepultó en repetidas ocasiones un afilado puñal sobre el pecho y espalda del novio y la novia, que cayeron pesadamente sobre el suelo, bañados en sangre.la mujer se escurrió entre la confundida multitud, salió del templo y enloquecida corrió por la calle hasta llegar a su casa. tanto por el rencor del despecho, como porque sabía lo que le esperaba ante el tribunal del santo oficio, doña susana llegó a su casa, tomó a sus tres hijos y, antes de ser aprehendida por el alguacil y su gente, corrió rumbo al poniente tratando de ocultarse de la justicia.no avanzó mucho, cuando llegó al arroyo entonces caudaloso, lo que ahora es la acequia grande, los perseguidores casi le dan alcance y en supremo intento de protesta contra las absurdas costumbres de la sociedad de la época, la mujer enloquecida degolló a sus hijos, los arrojó al arroyo y sepultándose la daga en el corazón puso fin a la quíntuple tragedia.la ciudad entera enmudeció por lo ocurrido y, al anochecer de esa tarde de mayo en plenilunio, escuchó asombrada el aterrador lamento:¡aaaaayyy! ¡aaaaayyy! ¡miiiis hijooooos! ¡¿donde están mis hijos?! ¡aaaaayyy!el llanto recorrió toda la calle que ahora es negrete, y desde ese tiempo por más de dos siglos se llamó calle de la llorona.luis sánchezlosada cervantes.
Luis SánchezLosada

El Callejón del Diablo por RESISTENCIA



el callejón del diablo
hasta hace algunos años existía, a corta distancia de lo que hoy es el centro de la ciudad de tlaxcala , una estrecha callejuela conocida con el nombre de callejón del diablo. la citada vía, que empezaba en el descampado de san martín y desembocaba en la zanja, consistía en un pasadizo sombrío bordeado de árboles frondosos y atravesaba un paraje solitario en el que, a modo de vivienda, se descubría una casucha paupérrima habitada por un tísico. como se comprende, ya sea por el enfermo, por el nombre del callejón o quizá por su lobreguez, el hecho es que poca gente se aventuraba de día por esa ruta; y quien la utilizaba, procuraba salvar su recorrido apresuradamente. naturalmente, de noche únicamente los temerarios se atrevían a cruzar la tal callejuela; teniendo para ello que valerse de todos sus sentidos, pues después del ocaso reinaba allí una profunda obscuridad. y viene el cuento. en cierta ocasión, uno de aquellos bravos que son capaces de tragarse el propio diablo volvía a casa, luego de una sabrosa plática con sus compañeros de la ritual tertulia nocturna. se internó en el callejón y, hallándose casi a mitad del camino, acertó a vislumbrar una figura que se apoyaba en el tronco de uno de los árboles mencionados. tuvo un ligero sobresalto, per inmediatamente se recuperó y mustió para sus adentros: ¿con que forajidos a mí, eh? ¡ahora verás!. y empuñando las manos, se dirigió resueltamente hacia el sujeto. ya se encontraba a unos metros del individuo cuando, de pronto, se iluminó la escena y surgió ante los ojos del valiente un ser horrendo que reía malignamente. el noctámbulo sintió que la tierra se hundía bajo sus plantas; pero, acicateado por su instinto de conservación, en lugar de desmayarse se puso pies en polvorosa, logrando así evadirse de una segura desgracia. la noticia de que el callejón de marras se aparecía el demonio cundió entre la población y, a consecuencia del incidente ocurrido al trasnochador de la historia, se propagó que otras personas ya habían sido asustadas por el monstruoso espectro. y, si regularmente el callejón era escasamente transitado en las noches, al comprobarse que lucifer se había establecido en él, ya nadie osaba ni por equivocación usar este camino después de ocultarse el sol. y, como sucede siempre que se trata de las calamidades públicas, alguien ducho en cuestiones diabólicas aconsejó que, para evitar que el diablo comenzara a incursionar fuera de su reducto y se abatiese sobre la comunidad quién sabe con qué malditos fines, se depositaran diariamente bajo el árbol infernal algunas ofrendas, de preferencia joyas y monedas de oro. y así se hizo. lo curioso del caso es que los supersticiosos que todas las mañanas iban a dejar obsequios a satán, observaban que los del día anterior se habían esfumado, lo que les afirmaba en su convicción de que el diablo se complacía con los regalos que el pueblo le brindaba. pero el misterio llegó a oídos de dos fornidos pescadores sanfrancisqueños, que ya se las habían visto en sus correrías marinas hasta con basiliscos, de manera que estaban curados de espanto. y dialogaron así los lobos de mar: ¿qué te parece lo del diablo de san martín? a mi me parece que hay gato encerrado, y que el diablo ése tiene costumbres de ratero. y tengo para mí que, como buenos hijos de dios, si hay algo que no debemos permitir es el robo a sus ovejas, aunque el ladrón sea el mismo belcebú ¿crees que podamos hacer algo?, preguntó el primero; sospecho que sí, contestó filosóficamente el interpelado. esa vez, al filo de la medianoche, dos siluetas penetraron resueltamente en el pavoroso callejón. y, como es de rigor, el presunto diablo esperaba pacientemente apoyado en su árbol para infundir el terror del más allá al desprevenido transeúnte que se arriesgase a ingresar en aquellos dominios del infierno. ya estaba el padre de las tinieblas listo para encender su cartucho de azufre y mostrarse a los que se aproximaban cuando súbitamente, a la luz de una antorcha nacida de la nada, vio emerger la imagen peluda, armada de negros cuernos y larga cola, del auténtico satanás. no se reponía todavía de la sorpresa cuando experimento en las posaderas la mordedura de un fuego que le quemaba las entrañas, y que no era más que un tizón al rojo vivo que diestramente acababa de aplicarle en esa región uno de los pescadores; pues ya supondrá el lector que los sanfrancisqueños eran los autores del contraataque diabluno. presa de un pánico indescriptible, el cavernícola sólo atinó a decir: ¡jesús, el diablo quiere llevarme!; y, profiriendo aullidos demoníacos, emprendió velocísima carrera, comparados con la cual los récords olímpicos no son sino juegos de niños. a la noche siguiente, los pescadores se apostaron en el callejón, y, aunque montaron guardia hasta el alba, el diablo no apareció por ningún lado. sin embargo, al poco tiempo de la vergonzosa retirada del adversario, se averiguó que un prominente personaje de la localidad se debatía entre la vida y la muerte a causa de una extraña y repentina enfermedad que, en forma de llagas, se le manifestó en los glúteos, aparentemente producidas por quemaduras profundas. el individuo sanó porque, según opinión del vulgo, se arrepintió de sus culpas y donó a una institución para pobres un lote de joyas, entre las cuales muchos creyeron reconocer las que ofrecieron al diablo junto al árbol. así fue ahuyentado el angel malo de su madriguera de san martín. y solamente quedó como recuerdo de los sucesos acaecidos el sugestivo nombre de callejón del diablo con que se designó durante largos años al siniestro recoveco antes de que, con el avance de la urbanización, desapareciera definitivamente de la red de vías pintorescas de la ciudad.
RESISTENCIA

Doctores muerte por Jesús Climent Garrido.



Poco se sabe de los escalofriantes detalles que sucedieron en los crueles experimentos que llevaron a cabo en los campos de exterminio. Y mucho menos de uno se sus mayores genocidas, el Dr.Josef Mengele.Como investigador cientifico, veo muy asiduamente fotografias de autopsias, videos e incluso presenciado algún instituto forense. Pero Mengele rebasaba cualquier fotografía o análisis que yo pueda hacer.Mengele era un hombre obsesivo, su sed de experimentos era insaciable, aparecía por los barracones cuando menos se lo esperaban,cuando se quedaba sin material humano. Aparecía silbando unas tonadas de opera, cual fúnebre sintonía de la muerte. Su llegada provocaba el espanto de cualquiera, incluso de los propios soldados alemanes, que al oir su nombre, temblaban.Entre sus experimentos mas macabros, la cosificación de niños, es personalmente la que mas me repudia. Un hombre mediocre, se le da la oportunidad de ser dios, y la utiliza.Cosificación de niños hasta producirles la muerte por infección, cosificación también de gemelos haber cual duraba mas sin morir. Praticaba la llamada viviseción, es decir, hacer la autopsia de un sujeto vivo y sin ninguna clase de anestesia para ver cuanto dolor podia aguantar el ser humano dependiendo de su raza.Era también partidario de la utilización de la eutanasia y la castración que practico a mas de 4000 mujeres y hombres. Lo hacía de diferentes formas, pero la mas macabra era aplicar rayos ultravioleta directamente sobre los organos sexuales y provocar tal quemazón que incluso morian del dolor.Otras veces extirpaba los organos masculinos o los ovarios. Durante una de las plagas tifóideas en Birkenau, mando a la camara de gas en menos de 2 dias a casi 2500 gitanos, limpió los barracones y ceso. Inyectaba colorantes en las pupilas para crear ojos azules, creo cíclopes artificiales torciendo los ojos, aplico duchas de bajas y altas temperaturas que tenía como resultado la muerte del sujeto experimental, inoculó enfermedades como el tifus, inyectaba en el corazón nafta,insecticidas, para producir la muerte rapidamente y poder estudiar la anatomía sin ningún daño.Doctor en Medicina, antropólogo y genetista, sú unico fin era crear una raza pura, blancos, rubios, de ojos azules, altos, corpulentos, en fin, la idea de un hombre nórdico. Por supuesto, no consiguio aportar nada a la medicina.
Jesús Climent Garrido.

08 mayo 2007

El cineclub por Rafael, desde el calabozo


Corrían los años setenta, no había video reproductores caseros, ni DVDs, ni internet para formar grupos de terror. Los fans nos juntabamos en las librerías, cafés, las tiendas de revistas de segunda mano(Dónde también se reunían los fanaticos de los comics) pero sobre todo, el lugar de reunión por excelencia para los fánaticos del terror era el CINECLUB, una especie ya en vías de extinción en nuestros tiempos de descargas on line.En fin, los frikis como yo, ibamos a un cineclub muy cerca de una estación del metro al centro de la ciudad, en la parte antigua. Se llamaba cineclub "La torre", sus funciones eran sólo los domingos y casi siempre ibamos los mismos así que con el correr del tiempo se formó una pequeña hermandad.Aquel domingo se proyectaba "La masacre de Texas" una película que nunca nos imaginaríamos se volvería de culto, pero en fin ahí estabamos todos y todas sentados con nuestra bolsa de "lunetas"(Chocolates) y nuestro vaso de refresco.A la mitad de la película se me ocurrió ir al baño, el cineclub era tan pequeño que sólo tenía un sólo escusado al fondo de un largo pasillo y resguardado por una puerta de madera.Hice lo que tenía que hacer pero al querer abrir la puerta esta se atascó. No podía abrirla por más esfuerzo que ponía. De pronto se apagarón todas las luces y quedé en completa obscuridad. Empecé a gritarles a los demás pensando que si había sido un apagón, seguramente los demás estarían saliendo.Un extraño ruido empezo a oirse atrás de mí... como una cuarteadura.... como un pedazo de pared que comienza a desmoronarse.... me empecé a asustar porque temí que era un terromoto. Sin embargo cual fuera mi sorpresa que al voltearme; en el espejo.... distinguí la silueta de un hombre de mi estatura junto a mí. No entendía que ocurría y por más que trataba de verle la cara, no podía por la obscuridad. De hecho yo palpaba a mi alrededor para poder tocarlo y no había nada, pero en el espejo, bajo esa casi completa obscuridad, lo distinguía muy bien.La figura comenzó a poner su mano en mi cuello y de pronto sentí como apretaba mi cuello de manera brutal, quitandome todo el aliento. Yo no sabría describir lo que sentía, todo era demasiado confuso e irreal como para asustarme en ese momento, pero sí recuerdo lo que pasaba por mi corazón: Desesperación.Duró unos minutos que me parecierón siglos, intentaba quitarmelo de encima, pero cuando manotebaba, sólo abanicaba el aire, sinembargo en el reflejo del espejo estaba ahí, en la penumbra esa figura atacandome.La luz electrica llegó... y sólo por una fracción de segundo lo ví... era un hombre con vestimenta antigua de color negro... y... su cara.... desfigurada, casi sin piel, con las venas y partes del craneo mostrandose al aire, junto con pedazos de piel podrida.Parpadeé por un momento y dejé de sentir la presión sobre mi cuello, abri los ojos y ya no estaba el hombre. Me quedé estatico, en cunclillas horrorizado. Un golpe al otro lado de la puerta me hizo gritar, pero era mi amiga Mariana.¿Jorge? ¿Estás bien? Abrí con todas mis fuerzas la puerta de madera y me tiré llorando a los pies de Mariana.¿Jorge que tienes? ¿Qué pasa contigo?¡Les estuve gritando! ¡¿Porqué no vinó nadie?!pensamos que te estabas haciendo el gracioso con eso del apagón, hasta que escuché como te caiste y me preucopé de verdad.Sobra decir que nunca me creyerón, un relato de este tipo termina diciendo: "y jamás regresé ahí", pero no fue así. Regresé al fin de semana siguiente y Javier, el dueño tenía lista la cinta y aunque muy nervioso, la terminé de ver con el resto de mis amigos, aferrado a la mano de Mariana.Pasarón los años y nuestras citas colectivas de los domingos, que aprovechabamos para intercambiar material; ya fueran afiches, libros, o memorabilia en general, se fueron haciendo más reducidas, hasta que cada quién siguió un camino distinto.Diez años después ya vivíamos en los ochenta y recibí una llamada de Mariana¡Hola Jorge! ¿Qué crees? Jaime ha querido rendir culto a La Torre ¿Te acuerdas? El cineclub que formamos. Pero ya tiró su viejo proyector ¿No? Ya las autoridades del ayundamiento le prohibierón hacer funciones si no les da "mordida"Sí, pero esto es para sólo los cuates como nosotros nada más, se compró una de esas videocaseteras y va a empezar a poner películas para que nos reunamos como antes. Yo voy a comprar maíz palomero para hacerlo en esa hoya tan grande que tengo, tú encargate de los refrescos.Listo todo Jaime colocó la cinta beta en la maquina y comnezó la película.... era La masacre de Texas. ¿Se acuerdan cuando Jorge nos quería espantar en el baño? Dijo Jaime Pues resulta que investigué que era este lugar y fijense que aquí vivía un hombre, un tal Francisco Delgadillo que era un contador en tiempos de Don Porfirio (Finales del siglo 19), y que él y su familia fuerón encontrados muertos aquí mismo, el edificio entero, no sólo este departamento era su hogar.Orale que horror, se me hace que te estás inventando todo.No de verdad que no, lo peor es lo que encontró depués la polícia: Su familia se dedicaba al canibalismo, con engaños metían a gente a este lugar y los mataban para comerselos y hacer souvenirs con sus partes disecadas. Por más cuidado y bloques de hielo que tuvierán, la descomposición de los cuerpos no se pudo evitar y el olor alertó a los vecinos quienes llamarón a las autoridades.puuuuagLo más desconcertante es que los encontrarón muertos depués del primer apagón que hubo en la historia de la ciudad, apenas dos semanas después de instalarse la corriente electrica aquí. Muchos dicen que fuerón los fantasmas de los devorados quienes los devorarón posteriormente a ellos.Muy buena historia, queda con lo que estamos viendo, a lo mejor el "fantasmita" que atacó a Jorge fue alguno de los que mató Delgadillo dijo Mariana.O Delgadillo en persona, regresando a sus "malas mañas"¿Podemos seguir viendo la película?A lo mejor cuando lo de Jorge, la película en aquel momento funcionó para invocar sus espectros¿Pero porque con esa película en especial? Aquí mismo vimos infinidad de películas de terror sobre lo mismo y nunca volvió a pasar nada repuntó alguién más.A lo mejor los muertos, como los vivos tienen su cuadro, su canción o en este caso, su película favorita sugirió Mariana.En ese momento vino un papagón, yo estaba cerca de la puerta que daba al exterior, intenté abrirla pero estaba atrancada, en eso unas figuras de entre la obscuridad empezarón a moverse entre nosotros.¿Qué es eso? No jueguen ya están grandes para eso... ¡Ahhhhg! gritó Mariana.Yo sentía como me sujetaban y escuchaba sonidos de lucha provenientes de todas partes, la confusión y el pánico se hicierón presentes. Empezé a sentir un dolor terrible en mi pantorrilla y brazo.¡La electricidad! ¡Es la electricidad la que los ahuyenta! penséCuando regresó la luz, vimos con horror que todos teníamos mordidas en diversas partes de nuestros cuerpos, algunas ligeras y otras más fuertes... pero Mariana... Mariana estaba muerta con la cara desfigurada... arrancada de un mordisco... mostrando sus nervios, lobulo ocular y parte de su craneo.De eso ya pasarón veinte años, pronto saldremos todos los implicados de la carcel pues fuimos culpados de cometer una orgía de sangre y canibalismo. Cuando veas una película de miedo, ya sea en tu DVD, en la televisión, o en la PC. Ten cuidado si se va la luz, no sabes a quién podrías haber llamado.


Rafael, desde el calabozo

El hubiera no existe por Fernando Figueroa



Quizás si ella no hubiese aceptado, el ahora seguiría siendo el mismo. Pero el hubiera no existe, y ahora solo espera que el anochecer caiga en sus ojos.Cuantas veces había llegado a ese mismo sitio donde aquel evento traumático sucedió, y cuantas veces había vuelto a sentir la misma nausea. Solo para repetir todo de nuevo.Ella dijo que aceptaba, y aunque su plan dio resultado se sorprendió de la respuesta, aun no la creía cuando conducía a casa y volteaba insistentemente a verla, ¡ella había aceptado!, era muy bonita, le sonreía y él a ella, era como un ángel y el ahora, con ella podría convertirse en lo que tanto anhelaba. Al llegar a casa ella le siguió ingenua hasta el interior de esta, y adentro su instinto de conservación le alerto de repente, estaba en peligro, el solo pudo seguir con su plan, aunque con lágrimas en los ojos, conmovido, ella le haría puro, ella le haría inocente, ella le acercaría a dios, ella debía morir...Un golpe certero...un grito ahogado...silencio.Poco a poco la transformación sucedía, de aquel ser deforme y mal oliente a la belleza irradiada de luz y paresa. Primero dejaba escapar a su animalidad, violándola, después, ponía su mente en blanco mientras ella gritaba cuando el le cortaba uno a uno sus miembros, y por ultimo purificaba su cuerpo bañándose en su sangre y vistiéndose con su piel, y entonces el ahora era un ser renacido, iluminado, y bello.Al día siguiente despertó, pero no se sentía igual, había vuelto a ser lo que era, ese ser repugnantemente Animalesco, ese ser humano, capaz de sacrificar niñas de 5 años para convertirse en un ángel. ¿Tendría que repetir todo de nuevo?, no buscó respuesta solo actuó una ves más, y otra, y otra, estaba dispuesto a demostrar su fe a cualquier costo, hasta que se le concediera la completa transformación. Y esta llegó, ella tenía sólo 4 años, y estaba muy asustada, al llegar a casa ella lloriqueaba, y perdió un rato tratando de consolarla, nunca escucho los disparos, nunca vio los destellos de las sirenas ni sintió la sangre brotar de su pecho. Solo supo que su deseo sé había cumplido, ahora era un ángel y agradeció al cielo, sonrió al recordar todo, en especial a aquella primera niñita.Quizás si no hubiese aceptado, el ahora seguiría siendo el mismo. Pero él hubiera no existe, y ahora solo espera a que el anochecer caiga en sus ojos
Fernando Figueroa

Luxury blood por Demonoman



La obra maestra prohibida compuesta por el gran “Humberto Kordts” se estrenaba aquella noche en el teatro de Sydney. En medio de aquel réquiem monstruoso más parecido a Wagner que a Mozart, se produjo la muerte más extraña presenciada por ser humano alguno.A las afueras de la ópera, se presentaba una lluvia tormentosa y un frío poco común en aquel lugar del mundo. El grito desgarrador de una mujer había conmocionado a la multitud, que sin embargo, siguió deleitándose con la pieza musical del desconocido autor. En el estacionamiento, Madame Grand, reconocida soprano de la época, yacía muerta rodeada por litros de sangre diluidos en el mar de lluvia que se formaba en ella. Su traje con el que actuaría en la obra, de un estilo barroco y lejano, estaba manchado con aquel rojo profundo y su rostro presentaba una ligera sonrisa, que daba la impresión que aquella hermosa y virtuosa mujer había muerto en medio de una alegría fatal.Pocos sabían que yo era el asesino. Y que me encontraba junto a mi novia que formó parte del acto, mirando la escena, más conmovedora aún que la propia ópera que se realizaba dentro.Mi nombre es Marie, y el de mi novia es Catherine. Ambas salimos solo por las noches, nos maquillamos para ocultar nuestro aspecto delatador… y devoramos la sangre de aquellas criaturas que nos agradan… las de sexo femenino.Pero la sangre de esta tuvo un sabor especial para mí, yo la conocía y mi novia no lo sabía… a madame Grand la había visto una vez en un baile en la corte del “Rey Sol”, mucho antes de saber sobre la adorable Catherine. Conocí a madame, en medio del aroma del licor y la sangre… nuestros destinos se habían cruzado fuertemente a pesar de que ambas éramos criaturas de clases diferentes: ella un demonio de la lujurio disfrazado de humano y yo… un vampiro. Su mirada impura de color azul me miró detrás de aquella máscara oscura y yo le respondí con una señal obscena de mi lengua. Madame Grand, se acercó y me besó en la boca apasionadamente, en frente de todos los presentes que gritaron horrorizados. Desde ese día vivimos juntas y salíamos por las noches… por los días nos divertíamos en las alcantarillas de Francia. Su pelo rubio caía sobre sus pechos bien formados y su voz se movía suave como la corriente del Sena en primavera. Nos gustaba vestir de negro aunque en la época no estaba nada de moda. Pero un día, llego aquel monstruo desgarrador que nos separaría a ambas, el levantamiento de los vulgares esclavos, la más grotesca y descabellada sublevación: la revolución francesa… Los revolucionarios nos persiguieron a mí y a mi tierna novia, tan hermosa, tan sublime… Ni siquiera en el medioevo tuve yo que huir tanto… no narraré todas las desventuras que sufrimos: piratas acosadores, fanáticos religiosos, trabajos prohibidos, relaciones extra maritales secretas y hasta pertenecimos un tiempo a una secta con serias inclinaciones satánicas… el punto es que mucho tiempo después, llegamos a Nueva York, yo y mi amada… pero oh tragedia…Ella y su hermosura fueron contratadas por un judío millonario que la convirtió en su esposa… yo, me quedé sola, pobre y triste. Ella, que había pasado más de 100 años junto a mí, ¡¡se había casado con un simple mortal y encima… hombre… macho… masculino…judío!!Las noches eran como días para mí, los días eran más cercanos a la muerte que nunca me va a llegar. Sufrí una, dos o tres centurias hasta que tomé conciencia en el año 2000, en el que desperté en una ciudad sucia y desgastada decidida a vengarme.Los vampiros somos criaturas de sexo femenino exclusivamente y necesitamos alimentarnos constantemente de la sangre de criaturas de nuestro mismo género. Lo triste es que para hacerlo debemos recurrir a una especie de seducción, para que el enamoramiento de un sabor a la sangre sin el cual simplemente no nos es nutritivo el líquido rojo. Empecé a frecuentar los sucios bares de Nueva York, conocí gente y me alimenté bien. Un día me crucé con mi nuevo amor, mi amanecer, el destello en medio de mi noche interna: Catherine. Ella es casi igual a mí: odia a todo el mundo y gusta salir a matar humanos de vez en cuando. Su aspecto físico me es más apetecible que el de mi antigua compañera: pelo corto, negro, ojos del mismo color y un cuerpo lujurioso y provocativo, además, esta mujer vampiro con la que estoy ahora es amante del teatro y las artes en general… así que por ella me enteré que ese maldito ángel lujurioso aún vivía, como soprano en la ciudad de Sydney, Australia.El viento y un poco de metal me trajeron a esta ciudad donde vi a mi víctima vestida como cuando la conocí. Mi novia lógicamente no sabía nada así que para ella el asesinato fue… simple instinto alimentario.Espera por favor… me dijo con vos agitada Madame GrandTengo ganas de tenerte conmigo le dije con respiración entrecortada. La tomé por el cabello y le empecé a recorrer el cuello con mi lengua, como en los viejos tiempos. Su cuerpo temblaba alocado por las hormonas inmortales de su cerebro milenario. Rió y con su voz suave me dijo:Ese judío no me hacía este tipo de caricias mi mano empezaba a subir por su pierna¿Por qué mi amor?, ¿por qué? le pregunté entre un llanto lastimeroQuería vivir nuevas emociones, nuevos sentimientos, nuevas caricias… pero me di cuenta que una mujer lo sabe hacer mejor… no me aguanté escuchar esa repuesta tan estúpida y superflua, le clave mis colmillos furiosa en su cuello mojado por mi sudor y mi saliva… ella gritó y me sonrió Me gustaba que me golpees ¿te acuerdas?Sí mi amor, si me acuerdo dije mientras la recostaba en el asfalto mojado por la lluvia que empezaba a caer estrepitosamenteTe amo… contestó ella y cerró los ojos con una sonrisa que nunca olvidaré… la amo ahora y antes no lo comprendí, ahora nunca la tendré… nunca poseeré nuevamente esa sonrisa delicada, esos cabellos frondosos, aquella voz suave, aquellas manos que se movían alocadas en los momentos oportunos y lentas en los instantes decididos por ambas… nunca podré contarle a nadie esta historia… nunca podré saber si realmente existió… pero creo que ya te la conté a ti, y podríamos hacerla realidad ¿no?.Ahora mañana mataré a Catherine, y buscaré a alguien a quien contarle esta historia… a ti… te narré todo, cada detalle… eres un hombre, entonces necesito experiencias nuevas, o mujer, no me querré alimentar solo matar… seguiré el mismo ritual de seducir salvajemente y luego ya verás… lo disfrutaremos juntos mi ángel de la lujuria…FIN
Demonoman

20 abril 2007

Angel de horror por tatiana



Hola, hace dos años el espeso de una de mis amigas por un ataque de celos rocio con gasolina y naftalina el cuerpo de mi amiga y le prendio fuego. Desde la madrugada del 16 de mayo 2005 hasta las 10 de la mañana de ese mismo dia, mi amiga lucho por vivir, pero las quemaduras fueron mas fuertes y murio.nunca podre olvidarla ya que fue una de mis mejores amigas desde niña.meses despues, una noche me acoste y soñe que yo estaba frente a mi casa hablando con la abuela de ella y que salia de mi casa mi abuela toda despavorida diciendome que fuera con ella a ver lo que estaba sujeto del arbol de mago que habia en el patio. fui con ella y empeze a buscar aquello que ella me decia; a lo cual le decia que no veia nada.ella me dijo...tatiana mira en el arbol tu puedes verlo por que Dios te dio ese don...miralo. a lo cual volvi a mirar y depronto vi a un angel boca abajo aferrandose al arbol mientras un viento fuerte movia su vestido color verde claro. ese angel se percato de mi presencia y me miro...a lo cual lo mire y me di cuenta que su rostro era el de una calabera. en ese momento quize rezar en mis sueños, pero cada vez que trataba de decir " La sangre de jesucristo tiene poder" algo me apretaba del cuello y no me dejaba respirar; solo un instante podia pronunciar algo de la frase, pero nuevamente sentia que algo me ahorcaba.me desperte y mientras se me desnublaba la vista vi una luz tenue que entraba por las endiduras del techo. cuando al fin pude mirar bien, me di cuenta que era mi hermano que estaba en la sala viendo TV y era esa luz lo que alumbraba. depronto me percaté de algo...no me daba el ventilador, este se habia girado todo en direccion a la puerta; la cual tiene una ventana con rejillas que yo le habia puesto mi tohalla para que no entrara la luz. como mi cuarto es pequeño se me hacia un poco dificil abrir totalmente la puerta ya que detras de ella estaba el ventilador. este se le habia quitado la parte delantera que proteje de las helices por que chocaba con ella. en ese momento me levante de la cama por que temi que las helices se enrredaran con la tohalla que estaba en la puerta. Cuando ya me devuelvo a la cama...les juro que es verdad. senti que algo me detuvo y me dijo...quita la tohalla...ahhhhhhhhh me dijo yo, que es esto. a lo que senti nuevamente la necesidad de quitar la tohalla. hice un asentamiento con los hombros, abri la puerta y quite la tohalla.en la mañana como a las 5:30 me desperte y fui al baño, cuando venia de regreso, cerre la puerta y en un instante algo me empujo, me alejo de la ella y vi cuando del enchufe de energia empezaba a salir chispas de corto. mi mamá que escucho se acercó, prendio el bombillo y las dos nos quedamos atonitas al ver como se fundia el cable del ventilador y se fundia el motor del mismo.ella tomo el palo de una escoba y pudo detener el corto y bajó las palancas. Me sente en la cama y le conté mi sueño. Empeze a analizarlo y despues de esto aun siento mas miedo que antes. el angel que vi en mis sueños no era mas que mi tohalla, que de no haberla quitado de la puerta, una de las chispas hubiera caido encima de ella y se hubiera prendido imposibilitando mi salida del cuarto. En mi sueño ese angel estaba sujeto al arbol mientras el viento soplaba; ese arbol no es mas que mi puerta de madera, ese viento no es mas que el aire que produce el ventilador. mi abuela en el sueño me decia que eso que estaba en el arbol no, nos dejaba vivir tranquilos...hasta hace años teniamos problemas muy serios con la electricidad en mi casa, y eso no nos dejaba dormir tranquilos ya que en variias ocaciones estuvimos a punto de morir incinerados. No se si esa voz que me detuvo y me dijo que quitara la tohalla era mi amiga, siento que fue ella que me salvo, que nos salvo de morir de esa forma tan horrible como murio ella. Sorprendentemente, fue a la misma hora en que a ella su esposo le prendio fuego.
tatiana

El Extrañø por franko



Elena entrecerró los párpados durante un segundo y volvió a abrirlos de nuevo. Posó la vista sobre el reloj y vio que eran ya casi las cuatro de la madrugada. La penumbra en que estaba sumida su habitación era rota por la lamparilla de mesa, que proyectaba su halo de luz blanca sobre la mesa en la que Elena había pasado la noche estudiando. A un lado estaban apilados varios libros y en el centro, el montoncito de folios emborronados de fórmulas, números y letras con los que Elena había estado trabajando. A Elena siempre le había fascinado la Química, y se sentía muy complacida de poder estudiarla ahora en la universidad. Lo que no le gustaba a Elena era tener que haberse marchado de su localidad para pasar el curso viviendo en Granada, y haber dejado atrás a sus amigos en especial a Marta, que había sido su mejor amiga desde que ambas tenían tres años y sobre todo, no le gustaba tener que vivir sola en aquel piso que había alquilado.Había llegado a la ciudad sin otra compañía que la de su Renault 19 blanco. Siempre hubiera podido poner un anuncio buscando una compañera de piso, pero ya había estado el curso anterior compartiendo piso con otras universitarias, y Elena no estaba dispuesta a compartir techo de nuevo con una pandilla de extrañas que no prepararan la comida ni limpiaran cuando les tocara, y que montaran fiestas nocturnas en las que invitaran a entrar en la casa a chicos tan estúpidos como ellas.Decidiendo que ya tenía demasiado sueño, la chica dejó caer el bolígrafo y éste rodó con suavidad sobre los folios antes de detenerse. Apagó la lamparilla, caminó los dos pasos que la separaban de la cama, y se sumergió bajo las mantas.¡Diiiing!Elena despertó contrariada y miró el reloj. Las cinco y media. ¿Quién demonios estaba llamando al timbre a esas horas?¡Diiiiing!Elena estaba furiosa. De un salto abandonó la cama, y descalza y en pijama como estaba recorrió el pasillo y se detuvo ante la puerta.¡Diing!Elena miró por la mirilla. Al otro lado de la puerta había un muchacho de su misma edad. Un chico alto y moreno, que vestía unos vaqueros descoloridos y una cazadora verde. Elena hubiera opinado que era guapo si no hubiese estado intrigada pensando en quien podría ser ese vistante nocturno, y sobre todo qué quería.¿Quién eres? ¿Qué quieres? vociferó.Hola, Elena contestó el muchacho amablemente. Disculpa que te haya despertado. Pero necesito recoger un maletín que dejé aquí olvidado el curso pasado. Es algo muy importante.Elena enrojeció de ira.Y si dejaste aquí algo olvidado el curso pasado ¿No has podido venir a buscarlo precisamente hasta ahora? Para empezar ¿tú quién eres?Me llamo Víctor volvió a sonar al otro lado de la puerta la voz amable del chico. Yo ocupé este piso el curso pasado, y dejé olvidado un maletín que necesito recuperar ahora. Si quieres, te puedo indicar dónde está.Elena sacudió la cabeza incrédula. No podía creer que alguien estuviese llamando a su puerta a las cinco y media de la madrugada diciendo aquella sarta de estupideces. Y desde luego, no tenía ninguna intención de abrirle la puerta.Mira... yo no sé nada de eso. Lárgate.Esta vez ninguna voz respondió al otro lado. Elena volvió a mirar através de la mirilla. Allí ya no había nadie.La chica se preguntó al día siguiente, mientras se dirigía a la facultad en su coche, si no habría soñado todo aquello. No, no lo había soñado, aunque desde luego, aquello era algo fuera de lo normal. Si se había tratado de una broma, a ella no le había hecho ninguna gracia. Le gustaría tener a alguien de confianza cerca para poder hablar de ello sin que se rieran de ella. Recordó a su amiga Marta, suspirando con tristeza. Pasaron tres días y ya Elena casi había olvidado el incidente. Hasta que de nuevo aquel sonido volvió a apartarla de su sueño.¡Diiiing!Elena despertó asustada. ¡Otra vez no! Miró el reloj ¡las cinco y media de la mañana!De nuevo corrió hacia la puerta, y de nuevo vio a través de la mirilla al chico de la cazadora verde.Hola Elena, soy Víctor. Vengo a buscar el maletín que dejé aquí olvidado el curso pasado.¡Vete! ¿de qué vas? ¡No te voy a abrir!Elena, el maletín está en el tercer cajón del armario. Tengo que llevármelo. Es muy importante.Elena se alejó de la puerta, al borde del llanto. El timbre no volvió a sonar. ¿Quién era aquel muchacho? ¿Y si era algún lunático que se había fijado en ella? Si era así, quizá no se conformara con llamar a su timbre por las noches repitiendo aquella historia sin sentido del maletín olvidado. ¿Qué haría si él la abordaba en plena calle?A la siguiente noche, el incidente se repitió. De forma idéntica a las dos veces anteriores.Hola Elena. Soy Víctor. Vengo a buscar el maletín que dejé aquí olvidado.Elena esta vez no le respondió. Estaba ya convencida de que aquel muchacho que decía llamarse Víctor podría suponer un peligro para ella. Pero dudaba que pudiera convencer a la policía de ello. Al fin y al cabo, no era ningún delito llamar a un timbre. En cuanto fue de día, decidió que tenía que hablar con la persona con quien ella sabía que podía contar siempre. Cogió el teléfono móvil y marcó:¿Sí?Marta... soy Elena.¡Elena! ¡Qu... la alegría inicial de la voz de Marta se apagó cuando advirtió que su amiga estaba llorando. ¡Eli,,cielo! ¿Qué te pasa?Marta, necesito que vengas. Quiero que vengas y duermas aquí, aunque sólo sea una noche o dos. Mientras busco aquí una compañera de piso. ¡No quiero estar sola aquí ni una noche más!Elena, ¿por qué dices eso? ¿qué ha ocurrido?Por toda respuesta, Elena sollozó con más fuerza.Elena, por favor, cálmate. Te prometo que iré a verte allí, como hice antes de Navidades. Y me quedaré a dormir contigo si quieres. Pero sabes que no puedo ir a Granada antes del viernes. ¡Joder, Elena! ¿Qué es lo que pasa?Te lo contaré cuando estés aquí. Ven, por favor.El viernes por la tarde estaré allí. Te prometo que iré... ¿Estarás bien hasta entonces?Sí. Pero por favor, quiero que vengas.Eran las cinco y media de la madrugada del miércoles cuando el timbre del piso que habitaba Elena volvió a hacer “ding”. Esta vez Elena no estaba en cama, sino bien despierta y sentada en una silla. Esta vez no se acercó a la puerta a preguntar quién era. Lo sabía perfectamente. El “ding”no se repitió, como si el visitante aceptara que Elena no quisiera abrirle.Elena pensó que tal vez había preocupado sin motivo a su amiga. Las llamadas a la puerta no pasaban de ser solo eso, pese a que ya hacía casi una semana desde la primera. Todo aquello era muy raro. También era raro que aquel chico tuviese una llave del portal del bloque de pisos y entrara con ella cada noche. Porque desde luego, aquel joven entraba desde la calle. No era un vecino suyo, de eso estaba segura. Se hubiera cruzado en la escalera o en el ascensor con él alguna vez en los meses que llevaba viviendo allí. Las dos últimas veces Elena se había asomado a la ventana cuando el chico ya parecía haberse ido, pero las terrazas de los pisos inferiores le impedían ver si alguien entraba o salía del portal. ¿No dijo algo el chico sobre los cajones del armario? ¿Cómo diantres sabía el tal Víctor que en el armario había tres cajones? No cabía duda, aquel chico realmente era un estudiante que había habitado aquel piso en un curso anterior. Eso explicaba tambien que conservara una copia de la llave del portal.Elena recordó sus palabras: ”Elena, el maletín está en el tercer cajón del armario”. La chica se encaminó hacia el armario. Nunca había abierto el tercer cajón, ya que los dos primeros eran bien grandes y le habían bastado para guardar su ropa. Se puso de rodillas y abrió el cajón.Dentro había un pequeño maletín de color negro.Elena se puso pálida como un papel. Cogió el maletín e intentó abrirlo, pero estaba cerrado con llave. La joven fijó sus ojos en aquella pequeña cerradura y pensó si podría forzarla de alguna manera. No, no debía. Aquella pequeña maleta no era suya. Pero no tenía sentido que su presunto dueño se presentara a reclamarla meses después de haberla dejado allí olvidada, y menos a reclamarla a aquellas horas y de aquella manera tan extraña. Pero sin duda Mari Carmen, la señora que le había alquilado el piso, podría aclararle más cosas. Ese mismo día la llamaría por teléfono.¿Diga?Mari Carmen, soy yo, Elena.Hola Elena. ¿Va todo bien?Sí... quería preguntarle algo. ¿El año pasado alquilaste el piso a un estudiante llamado Víctor?Sí, Víctor. Aquello fue un varapalo terrible...¿Cómo? ¿de qué habla?Víctor murió en un accidente la noche que salió a celebrar el fin de curso. Su moto fue a empotrarse contra un árbol. ¿Por qué lo preguntas? ¿Has encontrado en el piso algun objeto con su nombre o algo así? Pensaba que se lo habían llevado todo...La madrugada del viernes, Elena no se puso el pijama ni se metió en la cama. Vestida de calle, aguardó sentada e inmóvil como una estatua a que llegara la hora señalada. A las cinco y media, el timbre sonó.Esta vez Elena se levantó, cogió el maletín en sus brazos y se dirigió hacia la puerta. No miró por la mirilla.¿Quién es?Hola Elena, soy Víctor. Vengo a buscar el maletín que dejé aquí olvidado.Elena abrió la puerta...Eran las siete de la tarde del viernes cuando Marta llegó al piso, alarmada porque su amiga no le había respondido ninguna de sus llamadas al móvil en todo el día. Su alarma quedó justificada cuando al llegar encontró que la puerta del piso estaba entreabierta, y la luz del recibidor encendida. Entró y buscó a Elena, pero allí no había nadie. Tampoco vio signos de violencia, ni parecía que hubiesen robado nada. Lo único que parecía fuera de lo normal era un pequeño maletín negro que yacía tirado en el suelo abierto y vacío.Aquella misma noche, Marta corrió a la comisaría más cercana a denunciar la desaparición de su amiga. A las cinco y media de la madrugada, se recibió en la comisaría un aviso de accidente: un Renault 19 blanco se acababa de estrellar contra un árbol. Su único ocupante era el conductor, una chica de unos 20 años, que había resultado muerta.
franko

Que se yo por dor



FANTASMAS, EXTRATERRESTRES O QUE SE YOEsta historia es completamente real y me sucedió a mi, aunque no se bien como caratularla, por lo tanto paso a contarla.Un día de verano de 1994 paso por la casa de mi tío para tratar un asunto que tenia con el, como la casa me quedaba cerca del trabajo decidí salir un rato, hablar con el, y después volver, tramite que no me demoraría ni media hora. Salgo de mi oficina a las 18:00, a las dos cuadras estaba la casa de mi tío, entro al pasillo (alquilaba una casa interna, era el segundo departamento de 3 que había), a esa hora aun era de día, toco timbre, y escucho como unos pasos que se acercaban a la puerta de ingreso, los pasos eran similares al que hace alguien en chancletas (pantuflas), sin embargo no me abren la puerta. No me escucharon, pense, por lo tanto toco otra vez el timbre, y nuevamente esos pasos, ahora si, me dije , y otra vez nada. Ya un poco enojado vuelvo a tocar pero con igual respuesta, o sea nada. Me dirijo a la ultima casa y me extrañó que tuviera encendida la luz tan temprano, pero en fin, le pregunte a una persona que me atendió si no había visto a alguno de mis tíos, dijo que no, y cuando me di vuelta como para salir me percate que ya era de noche, extrañado miro mi reloj digital y claramente veo 20:00, como me dije, si recién vine, pasaron dos horas y lo único que recuerdo haber hecho en esas horas es tocar el timbre y esperar, cuanto puedo haber demorado en las tres veces, máximo no mas de media hora. Muy confundido por lo raro de aquello, cuando me dispongo a retirarme miro hacia el cielo, estaba completamente oscuro, no se veían estrellas, ni nubes, solo negrura, y por el pasillo para salir no había ninguna luz, lo que lo hacia increiblemente mas negro, a mis espaldas me daba la luz de la ultima casa, pero no iluminaba mas que a mi y a una pequeña porción por delante, y bien al final del pasillo, que era la salida, perfectamente podía ver los autos pasar y la luz de la calle, que tampoco alumbraba hacia dentro. Un breve escalofrío me pasó por la espalda cuando pude ver el cielo del otro lado y no parecía tan oscuro, y miro para arriba en donde yo estaba y seguía siendo negro. En fin pude salir pegado a la pared del pasillo, porque no veía ni por donde caminaba, ese tramo se me hizo eterno. Cuando llegue a mi oficina me preguntaron que me había pasado, por que me demoré tanto si dije que enseguida volvía, mis compañeros saben que nunca me ausento tanto (fueron 2 horas casi exactas). No le di mayor importancia al asunto, hasta que me encontré con mi tío, le comente que fui y le pregunte por que no me atendieron si estaban ahí, la respuesta es aun mas increible que lo que me paso, en la fecha que yo fui a la casa de ellos, hacia ya un mes que se habían mudado y no vivía nadie por que ocurrieron extrañas cosas dentro de la casa, puertas que se habrían y cerraban solas, libros que volaban por un agujero donde estaba un extractor hacia un patio interno, ruidos extraños y asi. Nunca supe mas nada de la casa ni de lo que me paso en esas 2 horas (perdidas para mí), ni me volvió a suceder nada similar...pero sigue siendo algo muy interesante y extraño que no olvidare jamas, algunos a los que le conté la historia sugieren que me abducieron (cuando te sacan de donde estas y te llevan para luego devolverte sin que uno sepa que paso) alienigenos, lo cual parece tan loco como que había fantasmas en la casa de mi tío. En fin, que se yo...
dor

La tristeza permanece por Maggot



No tengo idea de la hora que es, ni de cuanto camino llevo recorrido. Ni la hora en que salí de casa. Supongo que bastante. No reconozco ninguno de los lugares por los que he pasado, no se donde estoy ni hacia donde me dirijo, en el camino no hay nadie mas que mi soledad y yo. Aquel fulgor espectral de la luna es mi única guía, el continuo silbido del viento y esa espesa niebla que reposa sobre los alrededores parece nunca terminar, todo es tan tétrico y deprimente, así como me encontraba yo, tal parecía que alguien hubiese plasmado mis sentimientos en aquel panorama.Trato de poner en orden mis pensamientos, tratando de encontrar una razón por la que he llegado hasta aquí. Me remonto a días anteriores y solo puedo recordar dolor y tristeza, aquella infinita depresión que parecía acecharme como un fantasma, y aun permanece conmigo. Me ha seguido casi desde que tengo uso de razón, ha vivido conmigo tanto tiempo que me ha hecho cometer incontables y fallidos intentos de suicidio, me ha traído lagrimas, fracasos en todos los aspectos, y sobre todo mucha soledad, y ahora, a mis 18 años me ha apartado del mundo, porque el me desprecia tanto como yo a el, y me he quedado solamente con mis pensamientos destructivos y mi eterno odio. Pero aun no he hallado respuesta a mi pregunta ¿Qué hago sola caminando aquí? La falta de compañía no es nada nuevo para mí, pero el hecho de deambular en un paraje como este me es todo un enigma. Por alguna razón no me puedo detener, simplemente continuo caminando, aunque no me siento cansada, Observo a mi alrededor y solo escucho aullidos de perros, y el pululo de un búho, supongo que debe de ser una noche fría por el vaho que exhalo, pero no parece afectarme. Vuelvo a enfrascarme en mis pensamientos, pienso un poco en lo que será de mi, en lo que haré a futuro, en metas y logros y todas estas estupideces que jamás me han interesado, tal vez no todo esté perdido, es decir, tal vez aun haya oportunidad de redimirme un poco, mejorar algunas cosas, y quien sabe, tal vez hasta rehacer de nuevo mi vida. Expreso una ligera sonrisa, ¿en que estoy pensando? 18 años de vida desperdiciada no se pueden arreglar asi simplemente, todo lo malo y negativo estaba demasiado arraigado como para desaparecerlo simplemente. ¿O tal vez no? Quien sabe, podría funcionar, podría intentarlo en cuanto regrese a casa, ¡a casa! súbitamente recuerdo que sigo deambulando en un lugar desconocido, y probablemente muy lejos de mi hogar al darme cuenta noto que estoy entrando a una especie jardín enorme o algo por el estilo. Noto unas especies de rocas enormes o monumentos alrededor pero no alcanzo a distinguirlos por la niebla, después de atravesar el lugar casi por completo veo que me aproximo a una de esas rocas grises, me intriga saber que es y tal vez eso me de una explicación, al llegar, por una fuerza mayor que me obliga a arrodillarme noto con sorpresa que aquello no es una roca; es una tumba como todas las que se encuentran alrededor, estoy en un cementerio! Pero todo es peor al leer las inscripciones y descubrir con horror que la persona en aquella tumba soy yo, ahí se encuentran mi nombre y fechas de nacimiento y muerte.NO, NO ES JUSTO!!! ¿POR QUE? POR QUE A MI?!!!! AUN TENGO UNA VIDA POR DELANTE SOLAMENTE TENGO 18 AÑOS!! ¿QUE HICE POR QUE PASO ESTO?!!!Y entonces lo recordé: tiempo atrás en uno de esos momentos de intensa depresión finalmente lo había logrado: al fin logre cortar mis venas hasta desangrarme, mi deseo se había cumplido al fin; estaba muerta. Yo ya no pertenecía al mundo de los vivos. Las lagrimas inundaron mis ojos cuando me di cuenta que aun cuando ya no hay vida en mi cuerpo, eso no fue un escape, en mi espíritu la tristeza aun permanece, nunca me podré librar de ella, me sigue y vivirá conmigo eternamente.
Maggot

Puerta al infierno por Luis Bermer



PUERTA AL INFIERNO, SANGRE EN EL CIELOEstaban sentados sobre la roca, juntos. Se besaron con ternura. Desde lo alto de la colina dominaban toda la extensión del valle; sus campos de cultivo, los estrechos senderos que conectaban casas aisladas, sus pequeños oasis flanqueados por palmeras y, al fondo, su querida ciudad, ancestral, bajo la protección de las montañas. Contemplaban abrazados la lenta caída del sol tras el horizonte, que reflejaba sobre las escasas nubes la profunda gama del rojo; el lienzo de un pintor magistral, inhumano.Qué bonito…¿verdad? –dijo ella.Sí…susurró él.Las primeras luces artificiales decoraron el valle, las diminutas ventanas y calles de la ciudad. Las nubes habían aumentado, conformando un manto anaranjado que tornaba, inexplicablemente, hacia un rojo cada vez más brillante. El sol se había retirado, pero la luminosidad crecía tras las nubes. En silencio se miraron y volvieron a alzar la vista, sin comprender porqué este atardecer era tan diferente a cualquier otro que recordaran. Distantes truenos recorrían la cúpula; resplandores eléctricos iluminaban el rojo creciente desde dentro, como en una digestión de luz pura.Comenzó a llover.Sangre.Los rostros desencajados, goteantes, se miraron aterrorizados, extendiendo las palmas de las manos en medio de la tempestad, sin poder creer lo que estaba ocurriendo ¿Cómo podía Alá permitir que las pesadillas abandonasen su cárcel del sueño? El viento golpeaba con su cortina carmesí, arrastrando el orgánico olor del óxido, dulzón, sofocante. Los relámpagos eran venas blancas, momentáneamente visibles entre estallidos ensordecedores. Ciclópeos pilares quebrados y fragmentos de mampostería caían, desde las alturas, sobre el cuerpo postrado de su ciudad, bañada en sangre. Un inmenso torbellino de negrura horadaba el cielo, engullendo las nubes en voraz espiral. Y desde sus entrañas, vomitados entre chillidos monstruosos, escaparon cientos de bestias aladas formando una plaga negra, que se precipitó sobre el mundo de los inocentes. Y con ellas, la certeza de muerte. Despiadada. Absurda. Cruel.¿Quién aseguró que el infierno enclavaba sus raíces en las profundidades de la tierra?* * *La puerta al infierno estaba abierta.Oleadas de horrores sin nombre escapaban por ella, libres a su sed de muerte. Cada boca escuchó su propio grito de agonía antes de morir; el dolor se experimentó en todas sus magnitudes. Los ríos de sangre que fueron calles arrastraban restos humanos. La ciudad que era carne abierta, huesos rotos, clamó por un auxilio que nunca llegó. El mundo no luchó contra el horror; miró hacia otro lado. Avergonzado. Aterrorizado.Cuando la lluvia de sangre cesó, el fuego comenzó a torturar el cuerpo que aún vivía sin vida. Y un cuerpo sin cabeza ya no puede gritar.En lo alto de la colina, a él lo mataron rápido; sólo le abrieron el abdomen para obligarlo a comer sus vísceras. Ella no tuvo tanta suerte. Las palabras no deben intentar la recuperación de aquello que no pueden transmitir.Para los artesanos del dolor, la carne guarda infinitas formas.* * *La puerta al infierno sigue abierta.Nicaragua, Corea, Vietnam…ahora Irak. Ellos siempre han tenido la llave que abre la puerta. Ellos siempre han sido valientes para abrir la puerta. Ellos siempre han sabido cuál es el momento justo para abrir la puerta. Pero nunca supieron como cerrarla.No existe llave para cerrarla.Y la puerta al infierno sigue abierta.
Luis Bermer

Cuidando a Ariel por Jorge E Hurtado



Hace algunos años, en mi adolescencia, dedique parte de mi vida a los niños.Encontré en ellos lo que buscaba para vivir, entonces solo decidí adoptarlo como mi trabajo.Los primeros chicos que cuide eran agradables y no me habían llevado para nada trabajo.Al contrario, cuidarlos era un placer indescriptible.En ese entonces era una chica de 17 años, hoy ya tengo 23, trabajaba más que nada para pagar mis estudios.Me encontraba terminando mis estudios secundarios y no tenia compromiso con algún chico, era aparentemente fea para ellos, y tenía tiempo de sobra.Por lo tanto lo dedique al cuidado de ellos.Todo iba normalmente, los niños que cuidaba eran de familias cercanas a la mía, lo mas común.Pero un día se presento en mi casa un niño muy diferente, sus padres eran viejos amigos de mi familia pero a el nunca lo había visto.Cuando me acerqué a saludarlo el huyo aterrado, pareciera que había visto un fantasma.Días tras días el niño actuaba así, hasta que adquirió confianza en mí.Las primeras semanas no pronuncio palabra alguna, parecía como si algo lo aterrara… como si algo lo perturbara.Hable con sus padres pero ellos solo se excusaron en que el chico era algo tímido y que además sufría de esquizofrenia. Por lo que me calme entonces <>pensé.Al estar informada del problema busque formas de ayudar a aquel chico.Un día, si mal no recuerdo, lo vi dibujando en un papel… cosa que es común en niños de 8 años, lo no común era lo que dibujó. En el dibujo se podía ver a unas cuantas personas bañadas en sangre, cosa que me alarmó.Pedí explicación rápidamente a lo que contesto:mama siempre me deja dibujarsi, y eso esta muy bien, pero explícame… ¿quines son las personas que aparecen en tus dibujos?dije algo alterada.amiguitos dijo inocentemente.Yo entonces solo le dije que era hora de que valla a la cama, que durmiera, que sus padres ya llegarían.Baje a el comedor y me puse a leer, era reconfortante el hecho de que estuviese sola con el niño.En la casa no se sentía ruido alguno… todo era muy silencioso.Leí unas cuantas horas, tres creo, hasta que oí un fuerte grito proveniente de la habitación del niño.El grito se apoderó de mí y para cuando quise acordar ya estaba subiendo las escaleras.Al entrar observe al niño sentado en su cama, estaba con la frente pegada a las rodillas y con sus manos cubría sus orejas.perdóname… perdóname repetía una y otra vez.¡Ariel!dije asustada.¿Qué te esta pasando?El alzo la mirada dijo:nada, no es de su interés… solo hablo con Jeremías dijo secándose las lagrimas.¿Jeremías?... ¿de quien hablas?de nadie, no entenderías, volvió a mirar sus rodillas.quédate tranquilo, todo va a estar bien dije acariciando su cabello.Sollozo un pequeño instante y se calmo, volví a cubrirlo entre sus sabanas y me encamine hacia el comedor nuevamente.Al llegar ahí comencé a pensar en el tal Jeremías que Ariel había nombrado.Mi cabeza parecía trabajar a mil por horas, como si estuviese por estallar.Se me vinieron miles de ideas acerca de quien podría ser <> pensé.<> volví a pensar.Medité aproximadamente media hora y volví a la habitación.Ariel… Ariel mi voz parecía solo un suspiro.Ariel, ¿Quién es Jeremías? dije sacudiéndolo suavemente.¿Qué? dijo despertándose.si, ¿quien es el Jeremías que nombraste hace un instante?¿Qué Jeremías? dijo como si no recordara nada.Yo solo lo mire y quede anonadada, no podía seguir preguntándole algo que el desconocía.nada, vuelve a dormir dije y volví a caminar hacia la puerta, pero antes que pudiera cerrarla el dijo en vos casi pensante:el siempre me culpa de todo.Entre rápidamente a la habitación y casi en un grito de desespero pregunte:¿Quién? ¿Hablas de Jeremías?, ¿el es que siempre te culpa?Me miro como si despertara de su fantasía, como si no hubiese estado en ese lugar.¿de que estas hablando? dijoyo no conozco ningún Jeremías.pero… volví a interrumpirme con mis pensamientos. << ¿Cómo puede ser?>> << ¿será que realmente no recuerda nada o solo esta jugando conmigo?>>El me miro y pestaño unas cuantas veces, parecía no comprender nada.vuelve a dormir dije tocando el interruptor.Salí de la habitación, esta vez mas preocupada, y me decidí a esperar sentada en el sofá.No puedo decir cuanto pasó de esto, ya que quede dormida.Para cuando desperté los padres de Ariel estaban entrando a la casa, cosa que me dejó mas tranquila.El señor Gutiérrez saco su billetera y extendió unos cuantos billetes.te lo has ganado dijo sonriendo.Yo lo agarre dudosa y dije tímidamente.¿señor Gutiérrez?si dijo volviendo su mirada hacia mí.¿Ariel a conocido a algún Jeremías?no, ¿Por qué lo preguntas?bueno… pasa que esta noche ha hablado mucho de el, ha dicho que Jeremías siempre lo culpa de todo.eso no puede ser posible dijo algo dudoso.pero señor… ¿usted ha conocido a algún Jeremías? ¿Algún pariente lejano que el haya escuchado nombrar?no, estoy seguro que nuca hemos hablado de ningún Jeremías frente a el, el único Jeremías que conocí esta muerto hace mucho tiempo. Era el hijo de un viejo amigo que habita la casa de al lado. Pero Ariel nunca llego a conocerlo.¿Por qué preguntabas? dijo cambiando de tema.por nada, solo curiosidad.Me levante del sofá y le extendí la mano.Hasta mañana señor Gutiérrez.buenas noches, Florencia.Camino a casa pensé mucho en lo ocurrido, pero al cavo de dos horas no era más que un recuerdo.Al día siguiente volví a la casa de los Gutiérrez, seria otra noche de trabajo con niños.Golpee la puerta y atendió Ariel. Lo mas extraño fue que me abrazo al verme, como si de la noche a la mañana me hubiese amado.hola Ariel, ¿Cómo esta mi chico preferido?no te vallas, nunca te vallas dijo abrazándome fuerte.cálmate, ya estoy aquí contigo. dije tratando de tranquilizarlo.por favor Florencia… no me dejes solo.Estuve por contestar pero tras el niño apareció el señor Gutiérrez.Veo que ya se ha encariñado contigo, será mejor que pases.muchas gracias señor e ingrese a la casa.Esa casa tenia algo peculiar, algo que no puedo definir exactamente, como si contuviera una energía especial.Los padres del niño se marcharon y me quede sola nuevamente.Volví a retomar mi lectura, Ariel jugaba en su Habitación.Debo haber leído tres páginas cuando note que Ariel me observaba desde la escalera. Parecía algo asustado, como si quisiera comunicarme algo.Volví la vista hacia el libro, era muy probable que subiera nuevamente a su cuarto.Leí unos renglones y volví a mirar… seguía ahí.Bajé el libro y lo apoye en mis piernas.¿Qué sucede? Dije llamándolo con la mano derecha.Comenzó a caminar dirigiéndose hacia mí.Luego de atravesar la escalera se hecho a correr, llego a donde me encontraba y me abrazo.tengo miedo, es Jeremías dijo largándose a llorar.tranquilo, aquí no hay ningún Jeremías, solo estamos tu y yo dije intentando calmarlo.el dice ser mi vecino, dice que yo tengo la culpa lloraba cada vez mas fuerte.culpa… ¿de que te culpa?de su muerte, de su separación.tranquilízate, es hora que tomes tu médicamento, dije mientras me paraba a buscar su medicina.Camine hacia el botiquín, Ariel parecía mi sombra, no se despegaba de mi por un segundo, realmente estaba aterrado.Le di su médicamento, un tranquilizante, y durmió placidamente entre mis brazos.Ese día no tuvo más complicación, volvió a repetirse la historia, llegaron sus padres, me pagaron y me marche.Al día siguiente decidí ir un rato antes, pero esta vez cruzar por lo de sus vecinos.Los Parinéli eran una familia de clase media, el marido trabajaba en una fábrica de alimento para perros y la señora era socia del club donde asistía mi madre.Lo que nunca había sabido, era que habían tenido un hijo. Parecía que nadie en el pueblo comentaba nada sobre el.Golpee la puerta y me atendió la señora de la casa.buenas tardes -dije nerviosamente.me gustaría hacerle unas preguntas, soy la niñera de la familia Gutiérrez.esta bien, querida… pasa y me señalo la sala.La acompañe por el corredor hasta ver la sala, la casa era muy hermosa, parecía una construcción muy antigua.siéntate, ponte cómoda- dijo la señora cortésmente.si, solo tengo algunas preguntas explique.entonces hazlas dijo sonriendo.señora… ¿podría decirme como falleció su hijo?claro, Jeremías se suicidó hace nueve años.lo siento mucho dije casi disculpándome.no, esta bien… ¿alguna otra pregunta?¿sabe usted cuales fueron los motivos que llevaron al suicidio de su hijo?realmente no se… esa semana el estaba tan angustiado, tan… y comenzó a llorar.disculpe dije avergonzada. – no era mi intención…no, esta bien… ¿pero porque preguntabas?nada, solo tonterías… es que el niño de los Gutiérrez, nombro a su hijo, dice que el lo culpa por su muerte - explique como si fuera una locura.Entonces vi que la dama quedo estupefacta al oír mis palabras, igual que Ariel el primer día que me vio.Bueno, espero haberte sido de ayuda, pero tengo tareas que cumplir… esta casa no se limpia por si sola dijo como si intentara cambiar de tema.esta bien, no le robo mas el tiempo dije levantándome de mi asiento.Miré mi reloj, eran 20:30, tenía que partir rápidamente a la casa de los Gutiérrez.Para mi suerte estaba al lado, lo que me facilito llegar hasta allí.Sin saberlo entonces, este seria el último día que visitaría a los Gutiérrez.Entre y ahí estaba Ariel, como siempre esperándome.Los padres se marcharon y se repitió lo que sucedía noche tras noche.En un momento en el que Ariel estaba junto a mí el agarro mi mano.el quiere hablar contigo dijo.En ese preciso momento todo comenzó a girar ante mis ojos. Imágenes, como fotografías golpeaban mi rostro, azotaban como si fuera un sueño.No podía saber si estaba despierta o solo era un sueño… todo era tan real.Entonces apareció un niño ante mí, no era Ariel, este era distinto.Su pelo era castaño y parecía mas chico.Comenzó a acercarse, con una sonrisa que nuca borraré de mi memoria, caminaba diciendo:ahora veras porque el es culpable.Llego hasta donde estaba y me tomo del brazo.Volví a ver imágenes… esta vez como si fueran recuerdos…Veía situaciones en donde estaba Jeremías, lo vi detrás de una ventana, observando a la madre de Ariel que se encontraba en su habitación… pero con el padre de Jeremías.Todo era claro, también observe imágenes del nacimiento de Ariel, como Jeremías estaba parado junto a el en el hospital, en una forma espectral.En como Jeremías lloraba encerrado en su closet, llorando por lo que había presenciado en la ventana de los Gutiérrez.Lo vi ahorcado, lo vi morir… todo fue realmente impactante.Para cuando reaccione, Ariel dormía en mis brazos, todo parecía una terrible pesadilla.Los padres de Ariel llegaron rato mas tarde, volví a retirarme.Al día siguiente recibí un llamado, Ariel se había ahorcado.Corrí hasta donde se lo estaba velando…Di el pésame a sus familiares y entre lagrimas… en una esquina vi parado al niño de mis sueños, era Jeremías y me volvía a sonreír.Entonces comprendí todo, la razón que llevo a Jeremías al suicidio.Ariel había sido fruto del acto carnal entre su madre y el vecino.Esta situación fue la que llevo al terminar de Jeremías, y más tarde al de Ariel.Como dije antes… nunca más volví a visitar la casa de los Gutiérrez.A veces cruzo por el lugar, y un escalofrió recorre mi piel.Creo que nunca más volveré a cuidar niños.
Jorge E Hurtado

07 abril 2007

Cazados Por: velectric



Cazados

Nací odiándola. La mañana se me presentaba una y otra vez como algo nocivo para mí. Cuando la ciudad dormía, salía para oxigenarme y visitaba los monumentos que en la mañana habían sido asediados por fotos, cagadas de palomas y miradas de gentes poco sublimes.Empecé a escribir a los dieciocho años y nunca pude concentrarme tanto como por la noche. Durante el día sólo ansiaba ese momento y esperaba en mi nicho, aletargado, sólo ingiriendo, jugando, durmiendo y, alguna vez que otra, practicando sexo imaginario con mis náyades oníricas. También solía ver películas de vampiros y pornográficas, que asociaba a mi vida real, sonriendo en los momentos de clímax y en los funestos. Seguidamente, recitaba en voz alta un poema de Baudelaire, con un ritmo pausado, oyendo los ecos que producían sus versos en mi mente demoníaca. Y al terminar, los ojos en blanco. Sumido en una gravitación mística. Haciendo mías las siete esferas.Una noche me recorrí parte de la ciudad a un ritmo rápido, cansándome, buscando algo que me satisficiera, pero ella estaba dormida y sus gentes también. Me volví dirección a mi hornacina, entristecido, no sabiendo a quién dirigirme. En una calle próxima me detuve al ver una estatua cuando menos chocante. Se trataba de una pareja de humanos desnudos, de perfiles griegos, de anchas espaldas y de cuerpos generosos. Además, la escultura estaba construida en azabache y suponía el símbolo de la unión sexual del varón y de la hembra.Hacia tiempo que no se veían mujeres por allí. Todas ellas quizá estuviesen castigadas a vivir en el alba. Permanecí unas cuatro horas sentado bajo aquella figura, pensando qué hacer. Por una noche no tenía prisa por volver a mi emparedamiento: quería probar cosas nuevas y conocer a alguien esa misma noche, aunque sabía que el canon de las salidas no estaba en las madrugadas de las tres hasta las seis; y no siendo fin de semana, menos aún.Me marcó tanto esa noche, que las demás, a partir de ahí, fueron todas iguales. En mi cabeza, apelmazadas, las calles de la ciudad bajo la humedad sin piedad que me causaba embotellamiento. Y llegó un momento en que mi inanición se hacía presente con ánimo de destrozar lo que me rodeaba esas noches: nulidades inertes. Como me aburría, hablaba solo, estudiaba planes para saciarme de alguna manera, recorría las calles en penumbra hasta que al fin exploté. Y llegó ella. ¿Era posible lo que estaban viendo mis ojos? Una hermosa mujer paseaba por una plaza desierta, bajo los almendros en flor. Tenía un perfil lo suficientemente llamativo como para fijarme en ella, curvas por todos lados, una ropa muy ceñida que regalaba a mis ojos unos pechos turgentes, una silueta sacada de un cuento feérico. Quise acercarme más. El deseo me producía palpitaciones. Me acerqué, pensando si hacer lo que estaba pensando.–Hola. Me preguntaba si podríamos hablar un rato.Ella permaneció callada y yo me sentí ridículo. Pude fijarme más en su rostro. Era, sin duda, para colocarla en un pedestal. Su largo cabello caoba llegaba hasta un culo perfecto, respingón pero en su justa medida. Lo único que no me quedó claro fue el color de sus ojos: según le diera el reflejo de la luna se me figuraban verdes o azules pardos.–Perdón si te parezco demasiado atrevido. No te sigo molestando. Adiós.–En realidad te estaba esperando. Bueno, quiero decir, estaba esperando a que apareciera alguien. Esta noche he tenido un pálpito y, sin saber el porqué, me he venido hasta aquí. Me puedes llamar Nicte.
–Ah, yo me llamo Víctor—mi laconismo habitual afloró.–Hace una noche preciosa, bueno, todas lo son en realidad. Lo único que me molesta es el frío húmedo cortante que se me mete en los huesos. Es lo que tiene vivir en una ciudad costera. Suele pasarme que no puedo dormir por las noches. Lo de hoy es excepcional. Normalmente estaría leyendo o tomándome una taza de té. Y bien, ¿tienes algo más que contarme?Yo me sentía avergonzado y no sabía si huir directamente o afrontar la situación.–Verás, Nicte, a mí esto también me pilla de sorpresa. En realidad, no sé qué fuerza extraña ha hecho que me acerque hasta ti. Yo normalmente soy muy tímido. He estado toda mi vida solo, sin presentarme a ninguna mujer. Pensé que al acercarme a ti echarías a correr gritando, pensando que yo iba a hacerte algo malo.–En realidad, Víctor, eso son solamente prejuicios; yo no tengo por qué pensar mal ante nadie. Y a fin de cuentas, eres el único que me está acompañando en esta noche fría y húmeda. Tú eres mi pálpito. Lo sé.–Esto está tomando un halo de irrealidad. Esto solamente pasa en la ficción. No me creo todavía que esté ante una mujer tan hermosa. ¿Es esto un espejismo, acaso un sueño? Si es así, que no despierte.Ella me tomó la mano. Anduvimos toda la noche sin mediar más palabras. Tan sólo nos mirábamos al bies, sonriendo con cada mirada furtiva. Ella debía entrar en mi nicho y ser suyo también. Acondicionaría la caja con fragancias de mil flores para que ella se quedara impregnada para siempre. No dejaría que se fuera así como así. Se lo dije con la mirada. Me notaba mis latidos en las sienes. Nunca antes había sentido nada igual. La mañana la pasaríamos abrazados, acurrucados, sudando nuestros olores, sabores y movimientos. Cogí flores silvestres: acederilla, acónito, achicoria, adormidera, amapola, Artemisa, botón de oro, brezo, campánula, cardo, coranzoncillo, genciana, llantén, malva, manzanilla, margarita, mirobálano, mostaza, muguete, pie de león, redondredo, saxífraga, tila, viburno y violeta. Toda ella me olía a estas esencias, mezcolanza de vida y de muerte…y una sola de mi jardín privado: una orquídea, mariposa nocturna.***Un sol henchido, fundido en el horizonte entre las sábanas en donde la espero. Una llama viva imposible de resistir, creciéndome profundamente con cada mordedura, con cada beso y con cada lamedura. Invade mi sueño con crueles intenciones. Estoy seguro de que esconde un demonio. Odio la mañana, la odio a muerte. Desde los cristales un verde místico se arremolina, ¿es una sombra, un reflejo o un sueño? Esta aparición, en la luna, parece bañarse. Una voz como de viento a través de los árboles me llama, lluvia refrescante en piedra ardiente estival. Algo odorífico llena mi presencia, de fresca tumba cavada, de muerte, de noche; estas cosas son su esencia. Dueña nocturna, amante espiritual, tu boca de vino y de sabor de humo de árbol, mi deidad del crepúsculo violeta. Tú eres la lujuria encarnada en el sudor de mi cama. El cielo más lejano insinúa amanecer. Solo y despierto pero exhausto me encuentro. ¡Cómo odio la mañana! ¡estoy cazado…por ella!***Esto le susurraba al oído a Nicte; era mi versión en prosa de “Haunted” de Type o Negative. No sé si ella me oía pero yo la sentía muy dentro de mí. Y desde aquel momento, no salimos ninguno de la caja mortecina impregnada de mil rosas, gestos, sueños, abrazos y acabé cazado por ella o ella por mí.

04 abril 2007

El Tiempo por Diego Barrionuevo



Una noche como tantas, Luis llego a su casa, borracho. y como siempre trato de hacer el menor ruido posible para que no se despierte ni su mujer, ni sus hijos. que bastante le recriminaban su adicción al alcohol, entonces, ni siquiera paso por la cocina para darse un mínimo banquete. se recostó en su lado de la cama, medio abrazo a su esposa y se quedo dormido como acostumbraba hacerlo todas las noches. su esposa resignada pensaba en el día que Luis deje su adicción y se dedique mas a ella y sus hijos. pero el a todas sus peticiones siempre respondía "no tengo tiempo". Después de un rato Luis en la profundidad del sueño comenzó a soñar con una muchacha muy hermosa de ojos orientales y como si fuera poco, ella estaba enamorada de el. entonces Luis se dejo llevar por el sueño ya que este era muy hermoso, soñaba que visitaban un pueblito y que eran novios y que todos los veían muy enamorados y se sintió muy bien de eso, lamentablemente la esposa de Luis era de muy mal dormir y en una de sus vueltas despertó al romántico soñador, este, enfurecido al reencontrarse con la realidad de que no esteba con la muchacha de ojos orientales, en su lugar estaba su fea esposa, pensó un poco, se levanto, fue a la cocina y del aparador tomo la botella de vino y bebió dos vasos, una vez saciada su sed se recuesta de nuevo para descansar al fin, pero pensando en todo momento en esa muchacha, fue entonces cuando decidió concentrarse y de alguna manera reengancharse con ese sueño. dio un par de vueltas y el fin lo logro, cuando se dio cuenta que otra vez estaba en el pueblo, busco a la muchacha y en la puerta de una tienda de regalos la encontró, ella al verlo le reprocha que la haya dejado por tanto tiempo, le dice: mi amor hace un mes que no se nada de vos, no te das cuenta que te amo, el no comprendía que en los sueños el tiempo transcurre mas rápido, a esto Luis solo respondió con un abrazo a la joven , un tierno beso, y dentro de su cabeza decia:" yo no tengo una novia así en mi vida real, por que no tengo tiempo" una vez aceptada la forma de disculparse de Luis. el entro en la tienda de regalos para comprar algo para su amada, saluda al vendedor y comienza a recorrer el amplio salón, habían cuadros y jarrones y figuras de cerámica, pero lo que realmente le impacto era un reloj con la forma de un rostro humano, cuando Luis se acerca a este reloj se sintió como paralizado y fue entonces cuando el reloj comenzó a hablarle y mirando a sus ojos, con voz ronca le dijo: que haces acá? no te das cuenta de que ella esta realmente enamorada de vos? que, acaso crees que los sueños, sueños son? mira, vos estas jugando con los tiempos, por que has regresado de tu tiempo y te has metido en el mundo de ella, no te das cuenta de que ella sufre, ahora como castigo sabrás que hablo en serio, pues al despertar de este sueño estarás de rodillas ante mi, y ante mi temerás volver a jugar con los tiempos que se mueven en los sueños. ni bien este personaje termino con su discurso Luis despertó, lo que realmente asombro a su familia fue que estaba en la habitación de uno de sus hijos de rodillas frente a una mesa de luz donde había un gran reloj despertador. los latidos de su corazón se acompasaron con el segundero y no hablo nunca del tema, el siguió con su adicción y el reloj sigue aun en la mesa de luz de su hijo y cada vez que el sueño lo vence aunque le cueste mucho Luis no sueña, y cuando despierta, y su mujer pregunta con que soñó, el responde temeroso: "no soñé con nada, no tengo tiempo para eso..."